Vistas de página en total

miércoles, 27 de abril de 2016

LECTURA.

Antes de comenzar la lectura contesta a estas breves preguntas:
 1.- ¿Tú dices siempre todo lo que piensas? 
2.- ¿Hay que decir en todo momento lo que pensamos de alguien, aún sabiendo que le podemos hacer daño?
 3.- ¿Debemos pensar las cosas antes de decirlas? 

DECIR LO QUE PIENSAS Y PENSAR LO QUE DICES

 Entonces, continuó la Liebre, debieras decir lo que piensas. - Pero ¡si es lo que estoy haciendo!, se apresuró a decir Alicia. Al menos…, al menos pienso lo que digo…, que después de todo viene a ser la misma cosa, ¿no?
 - ¿La misma cosa? ¡De ninguna manera!, negó enfáticamente el Sombrerero. ¡Hala! Si fuera así, entonces también daría igual decir: “Veo cuanto como” que “como cuanto veo”. 
- ¡Qué barbaridad!, coreó la Liebre de Marzo. Sería como decir que da lo mismo afirmar “me gusta cuanto tengo”, que “tengo cuanto me gusta”. 
- Valdría tanto como querer afirmar, añadió el Lirón, que parecía hablar en sueños, que da igual decir “respiro cuando duermo” que “duermo cuando respiro”. 
- Eso sí que te da igual a ti, exclamó el Sombrerero. Y con esto acabó la conversación. 

(Lewis Carroll, “Alicia en el país de las maravillas”) 


No hay comentarios:

Publicar un comentario